lunes, 19 de mayo de 2008

El Gran Bebé

Compartir tiempo con una embarazada puede convertirse en algo así como un reality show sin cámaras. El conductor omnipresente es el Gran Bebé y el programa transcurre durante nueve insufribles meses en los que uno aprende sobre las cosas más insólitas, como que hay algo que se llama meconio (¿qué coño?) y que el calendario mayaazteca ya no rige y ahora estamos en la semana 23.

El Gran Bebé es un espíritu que rodea la vida de las embarazadas y sus familiares y conocidos. No tiene nombre en la primera etapa -en algunos casos, sí, pero no importa- y no bien toma forma mínimamente humana va directo a la fotito del MSN de la madre. El Gran Bebé es un ser invocado en los momentos de extrema angustia y malestar -sobretodo en ausencia de la madre- o insoportable alegría, cuando la madre nos cuenta que su Gran Bebé va a tener carácter porque le dio una patada. En este punto me gustaría detenerme: ¿qué bebé no patea? ¡Hasta el parsimonioso de De la Rúa pateó a su madre enérgicamente hace doscientos años!

Lamentablemente, este es un reality show que nunca termina. Desde el momento de gestación, el Gran Bebé pasa a ocupar un lugar fundamental e inexorable en la vida de los cercanos. Su madre, ya no será persona, será madre. Vivirá a través de su hijo, hasta llegado el punto en que se dará cuenta -o no- que es mejor acompañarlo desde al lado a protegerlo -sepultarlo- bajo su pollera.