lunes, 28 de abril de 2008

"Decir que no" en 3 simples pasos

Siguiendo con la línea de servicio a la comunidad iniciada, esta entrada funciona a modo de instructivo para aquellas personas que tienen el "sí" fácil en el ámbito laboral. Podría referirme a otras esferas, como la afectiva, pero por el momento no me interesan.

¿Si...

alguna vez tuvo que realizar algún favor no relacionado estrictamente con su labor, léase pagar una cuenta, sacar una fotocopia, arreglar una impresora, llevar un par de zapatos a la zapatería, cuidar un bebé, o simplemente fregar una alfombra?

alguna vez fue tentado a trabajar durante el fin de semana, a cambio de una paga suculenta que con el correr del tiempo se fue devaluando a punto tal de convertirse en ínfima?

alguna vez tuvo que dar explicaciones por el descuido de un tercero?

alguna vez tuvo que salir por la puerta de atrás del establecimiento de trabajo para evitar que su integridad física corriera serios riesgos?

alguna vez fue víctima de un acoso sexual por su condición de mero empleado?

Entonces...

1) Primer paso: Asegúrese que esté en un trabajo que le genera al menos un 30% de satisfacción de algún tipo. Si después de haber pasado semejantes abusos, no está satisfecho en algún aspecto, vaya pensando en un cambio.

2) Segundo paso: Si es la quinta o sexta vez que le asignan una tarea no directamente relacionada con su trabajo, dé a entender que no está conforme con su trato. Si sus indirectas no son claras, manifieste su descontento explícitamente, ya sea a través de una cara de orto, un sarcasmo o una flatulencia, en el más extremo de los casos. Hágase valer.

3) Tercer paso: Si ya superó los dos estadíos anteriores, ya está en condiciones de decir que no, a quien sea. Al fin y al cabo, siempre va a haber una persona más barata y eficaz que haga lo que usted se niega a hacer.

[Disclaimer: Este blog y su autora no se hacen responsable de los daños que puedan causar los comentarios aquí expresados]

jueves, 17 de abril de 2008

Libro de Caras

Después de varios intentos fallidos de otras personas, gracias a una amiga conocí el Libro de Caras, o Facebook. Según ella, es la mayor invención de la tecnología de los últimos años. Para mí, es más de lo mismo. A fin de entenderla y entender a los miles de millones de usuarios que se refugian en esa gran aldea, formulé y me respondí algunas preguntas, después de un minuto en el sitio:

¿Para qué quiero tener un Libro de Caras? Ellos mismos declaran que el sitio es una "herramienta social". Ajam, interesante. O lo que es lo mismo, un instrumento que sirve para determinado fin en pos de la sociedad. ¿Es un blog? No, porque básicamente ellos te dicen sobre qué escribir, cómo y qué longitud tiene que tener. ¿Es un fotolog? No, porque sus múltiples funciones permiten a uno desde enviar un pescado de regalo hasta la posibilidad de "ganar" puntos escribiendo direcciones de mails de tus conocidos para acceder a las personas que visitaron tu Fecebook en el último día. ¡Jaja, qué baratos que son!

¿Qué necesidad hay de que esa red sea virtual? Este punto es interesante. En la vorágine del día a día, nos dicen que nos olvidamos de socializar. Y las veces que nos acordamos, reducimos el contacto a un llano mensaje de texto o un mail. Ahí es donde entran en juego los señores estos. Ellos quieren que nosotros, en vez de mandar mail, escribamos a nuestros amigos en su ventanita colorida para tener un control "más cercano" de nuestras actividades.

¿Por qué hacen hincapié en que nuestro nombre sea real? El grado de paranoia aumenta, oh sí. Necesitan que nuestros datos sean verdaderos para que no falle la contraprueba con el titular del mail (phishing de datos). Claro, es mucho más fácil saber que a Juan Ancho de Bastos ("el verdadero") le gusta jugar al buraco, las rubias y el scotch on the rocks (lo cual denota a su vez la edad y nivel socio-económico de este buen hombre) para que los analistas de estas infinitas bases de datos hagan bien lo suyo.

Con estas P&R, llegué a la conclusión de que mi paranoia no tiene límites. Y lo peor, si todo fuera tan SIMPLE...

Pd- La foto que adjunto es una prueba más de que estos señores nos tratan de ingenuos animalitos de Dios.

lunes, 7 de abril de 2008

Con canas así...mejor ser pelado


Torrente, el brazo tonto de la ley. Dirigida por Santiago Segura, esta película narra las aventuras de un ex-policía racista, machista e ignorante que trata de hacer lo imposible para que lo reincorporen a la academia. Prepárense para una sesión de sátira y humor ibérico de lo mejor que he visto. Este mes en ISAT.